¿Querés darle un toque verde a tu patio? Sembrar césped en tu jardín es una forma económica y sencilla de hacerlo, seguí estos consejos para cultivar con éxito.

Hacerlo en la temporada correcta

Sembrar césped en el momento adecuado ayudará a la germinación, haciendo que crezca rápido y se mantenga sano. El mejor momento para sembrarlo dependerá de la región donde te encontrás y el tipo de césped que vas a plantar. Consultá en el vivero cuando compres las semillas cuál es la temporada ideal.

Prepará la tierra

Una tierra en óptimas condiciones estimula la germinación y es clave para un crecimiento saludable. Testeá el ph de tu suelo, ajustalo si es necesario, aportale nutrientes y alterá su estructura si se trata de una tierra muy arenosa y pesada, ya que un suelo muy compacto afecta de manera negativa la germinación, el césped necesita de una tierra con aire para un mejor resultado.

Elegí la mejor semilla

Comprá semillas de calidad que correspondan con las condiciones climáticas y de crecimiento del lugar donde te encontrás. Asesorate con un profesional para hacer la mejor elección.

Plantá con cuidado

Es importante que distribuyas las semillas de forma uniforme siguiendo las recomendaciones del producto. Si lo plantas de forma incorrecta claramente tus resultados no serán los esperados. Cuando termines de esparcir las semillas, con un rastrillo trabaja el suelo con suavidad. No entierres las semillas, necesitan de la luz para germinar rápido.

Regá apropiadamente

Mantené las semillas húmedas pero no empapadas. Las áreas recién sembradas tenés que regarlas dos o tres veces al día. Deja de regar cuando ves charcos en la superficie de la tierra. Cuando las semillas germinan regá con menos frecuencia pero más intensidad. Irás disminuyendo el riego a medida que el césped vaya madurando.

El jardín de tus sueños es posible con nuestros jardineros económicos en Buenos Aires, ponete en contacto con ellos y dale vida a tu patio.

Instalar un kit de riego automático para el jardín es una forma de asegurarte que tu jardín se mantenga sano incluso durante los días más calurosos del verano. Puede parecer sencillo pero es un proceso que lleva mucho tiempo y esfuerzo físico, para una instalación rápida y sin problemas contactá a nuestros jardineros en CABA.

1. Planificar el sistema de riego: Identificá la fuente de agua y de energía y planificá en base a ello. Definí zonas que agrupen varios aspersores para tener un mayor control sobre tu riego. Colocá banderines en todos los lugares donde vas a poner los aspersores.
2. Cavar las zanjas: Antes de cavar consultá con tu empresa de servicios públicos para identificar dónde están las líneas de los servicios, así evitas dañarlas o lastimarte. Para cavar zonas delicadas conviene usar una pala, para el resto del jardín podés usar una zanjadora. No te confíes, es una máquina pesada y bastante difícil de maniobrar.
3. Instalar el cabezal de riego: Extendé la tubería desde la toma principal de agua hasta el lugar donde vas a colocar el cabezal. Conectalo a la tubería y colocálo en la arqueta.
4. Repartir los tubos del sistema de riego: Ahora tenés que conectar todo, el tiempo y trabajo que esto lleva depende del tamaño del sistema de riego. Vas a pasar mucho tiempo encorvado conectando los tubos, así que preparáte.
5. Instalar las válvulas: Conectá las válvulas al programador y ubicálas al comienzo de cada zona para que controlen el paso de agua.
6. Instalar los aspersores: En todos los lugares donde colocaste banderas en el paso 1 vas a conectar los aspersores a los tubos de alimentación. A mano enterrá la tubería y parte de los aspersores dejando solo el cabezal afuera. Ajustá el ángulo de riego de cada uno.
7. Toques finales: Rellená los agujeros y zanjas que hayan quedado luego de la instalación.

Si bien las hormigas pueden llegar a ser beneficiosas para tu jardín, estas suelen construir sus hormigueros alrededor de las raíces de las plantas, retrasando el crecimiento y dejando a las plantas vulnerables a las enfermedades. Eliminá las hormigas del jardín con estas técnicas naturales:

• Agua hirviendo: verté agua hirviendo en todas las entradas de los hormigueros. Repetí el proceso hasta eliminar a todas las hormigas.
• Detergente y aceite: Mezclá media cucharadita de detergente con 1 y media cucharaditas de aceite (el aceite de oliva o canola dan mejores resultados) y 250ml de agua. Pulverizá la mezcla sobre las hormigas que están fuera de los hormigueros y verté el líquido directamente en las entradas.
• Ácido bórico y azúcar: Este es el método más efectivo para deshacerte de las hormigas, mezclá ácido bórico con azúcar hasta formar una pasta y colocá un poco de la mezcla en cada una de las entradas a los hormigueros.
• Vinagre blanco: Verté un litro de vinagre blanco en las entradas al nido, no provocará daños ni a la tierra ni a tus plantas y matará a las hormigas al entrar en contacto con ellas.
• Plantas repele-insectos: Algunas plantas, especialmente las que contienen aceites esenciales, emanan aromas que mantienen alejados a los insectos.

El problema con las técnicas naturales es que no tienen un efecto inmediato, ya que sus agentes activos naturales estos no son tan letales como los venenos profesionales. Si tu plaga de hormigas está fuera de control podés probar con un gel mata hormigas. Funciona igual que la mezcla de ácido bórico y azúcar y lo conseguís en viveros. Las hormigas se sienten atraídas al gel y terminan llevándolo al interior del hormiguero. No representa ningún riesgo para tus plantas ni tampoco para la tierra.

Nuestros jardineros profesionales en Buenos Aires están preparados para darle a tu jardín el cuidado que se merece ¡ponete en contacto con ellos!